El Director de Recursos Humanos, Luis Pérez Capitán, se marcha de la empresa, siendo sustituido en sus funciones de forma PROVISIONAL por José Antonio Garrido Martín, actual Subdirector de Gestión de Personal.
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DEFENDIENDO LA DIGNIDAD DEL EMPLEADO PÚBLICO
CSIF CORREOS TARRAGONA, TU REFERENTE INFORMATIVO
Con este nombramiento. Compadezco a todos los funcionarios de correos que intenten luchar contra los atropellos cometidos por los de arriba.
ResponderEliminarNo se borrar el correo que viene, es otro el mio.
Desde este nombramiento. Compadezco a todos los funcionarios de correos que deseen luchar por sus derechos atropellados por sus dirigentes y sobre todo si ganan algún contencioso te perseguiran de por vida, marginándote, desprestigiándote.
ResponderEliminarGarrido rescato de la prisión de Soto del Real al Director Eugenio Arribas López cuando fue asesinado un interno por su compeñero de celda. Había informes de médicos, de funcionarios, de este peligro, pero aquella noche fatídica, el Director dejó solo en aquel módulo a un funcionario de prácticas sólo. Y como premio Garrido lo rescató y lo ascendió a Jefe de Área de Personal, en la actualidad es Subdirector General de RRHH. A ellos no es pasa nada. La Administración es una tela de araña que con una llamada, lo arreglan todo, pero al funcionario de a pie, lo crucifican por defenderse. Este mundo con ellos va a la destrucción.
ResponderEliminarLuis Fernando Duran
Madrid 23 FEB 1999
El Ministerio del Interior ha relevado al director de la cárcel de Soto del Real, Eugenio Arribas, de 42 años, que pasará en los próximos días a una jefatura de área de la Subdirección de Personal de la Dirección General de Instituciones Penitenciarias. El nuevo responsable de la prisión será Feliciano Crelgo, actual director del centro penitenciario de Tenerife.Instituciones Penitenciarias explicó ayer que Eugenio Arribas pidió voluntariamente el traslado. Arribas ha estado al frente de la cárcel desde octubre de 1996, inaugurada un año antes. La cúpula de Interior le asciende a jefe de área de personal, un nivel superior al de director de centro penitenciario. Publicado en El Pais
ResponderEliminarLuis Fernando Duran
Madrid 19 ENE 1999
Los funcionarios de la cárcel de Soto del Real amenazan con emprender una huelga de celo desde el próximo lunes. Es la respuesta que han preparado ante un posible fracaso de la reunión prevista para esta tarde con José Antonio Garrido, subdirector general de Personal de Instituciones Penitenciarias. Los sindicatos pedirán al representante de Interior que se reduzca el número de reclusos en Soto - de los 1.500 actuales a sólo 1.000- o la incorporación de 100 nuevos funcionarios de vigilancia a la plantilla del centro penitenciario (500 trabajadores).
EL PAIS:
ResponderEliminarEl psiquiatra ya alertó de que el preso que degolló a otro debía ser trasladado
Un informe concluyó que el homicida se veía empujado a cometer "actos irrefrenables"Los peritos habían pedido que el homicida fuese internado en un psiquiátrico cerrado Jan Martínez Ahrens
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Madrid 31 ENE 1999
La pesadilla ocurrió. Fue en la celda 18 del módulo 2 de la prisión de Soto del Real. Allí dentro penaba el preso preventivo Jesús Cano Muñoz, de 53 años. Era la primera vez en su vida que pisaba una cárcel y nadie le había informado de quién era realmente el hombre que dormía a su lado. Simplemente le habían asignado esa celda. Y ello pese a que la dirección de la cárcel ya sabía, por medio de un informe psiquiátrico enviado al juez, que el compañero de celda que le había dado era un esquizofrénico paranoide en evolución, un homicida llamado Pablo Esteban Bienvenido, de 64 años, que un año antes, en un ataque de locura, había matado a su mujer a tiros, quemado su casa y herido a todos los vecinos que se encontró a su paso en Azuqueca de Henares (Guadalajara). Un enfermo delirante para quien los mismos médicos de la prisión pedían en ese escrito oficial su internamiento en un "psiquiátrico cerrado" y del que aseguraban que, debido a su grave trastorno psicótico, se veía "impelido a cometer actos irrefrenables". Pero de nada sirvió. Ambos presos siguieron juntos hasta que, a la 1.30 del 12 de enero pasado, Jesús Cano, natural de Madrid, separado y con dos hijos, fue degollado, emasculado y desmirlado por su terrible compañero. Y todo con ayuda de una cuchilla de afeitar azul que le facilitó la propia prisión al esquizofrénico paranoide.Ésta es la pesadilla que se lee en los expedientes e informes internos de la prisión de Soto. Un relato de claroscuros que comienza con la llegada, el 15 de enero de 1998, de Bienvenido a la cárcel. Este marmolista procedía del penal de Guadalajara, donde, a falta de unidad psiquiátrica, le llevaron a Soto.
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Una horca en la celda 205
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La cárcel asignó compañero a la víctima sin avisarle de su peligrosidad
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ResponderEliminar"Por lo anteriormente expuesto consideramos que Pablo no es responsable del acto antijurídico que se le imputa, debiendo seguir tratamiento en un hospital psiquiátrico cerrado", concluyeron los peritos en su informe al juez.Eso fue el 16 de diciembre. Veintisiete días después, nadie había separado a Bienvenido de su compañero de celda. Y, según los sindicatos CCOO y ACAIP, tampoco nadie había informado a los funcionarios del módulo 2 de la peligrosidad del preso. Por el contrario, a Bienvenido se le seguía tratando como un interno normal, hasta el punto de que se le proporcionaba el denominado lote higiénico, en el que se incluía una cuchilla, el arma homicida.
Un portavoz de la Dirección General de Instituciones Penitenciarias reconoció que los datos clínicos de Bienvenido no se facilitaron a la víctima por guardar la confidencialidad médica. También indicó, en referencia a la peligrosidad del preso, que en su expediente constaba simplemente como acusado de incendio y lesiones, pero no de homicidio, ya que su mujer había fallecido tiempo después de su encarcelamiento. Esta calificación también consta en el informe elevado por el director de la prisión después del crimen.
El informe psiquiátrico de la propia cárcel, sin embargo, señala claramente, en el apartado de antecedentes penales: "Acusado de un delito de asesinato".
Otro punto de fricción procede de la pretendida necesidad de que Bienvenido compartiese celda. El último informe psiquiátrico no alude en ningún momento a este punto; por el contrario, recomienda su internamiento en un "hospital psiquiátrico cerrado".
Pese a ello, el director de la cárcel, en su informe (posterior al estudio psiquiátrico), justifica la medida de darle compañía en una recomendación efectuada por el psiquiatra poco después del ingreso del preso; es decir, hacía casi un año.
Tampoco se explica en el expediente penitenciario ni en el informe del director por qué se eligió a Cano para compartir celda con un acusado de asesinato, esquizofrénico paranoide, impelido a cometer actos irrefrenables.
"Bienvenido es un enfermo mental en tratamiento. No había dado signos de violencia. Por el contrario, los mismos funcionarios se sorprendieron de lo que hizo. Se descompensó; eso puede ocurrir dentro y fuera de la cárcel. No es algo previsible", indicó el portavoz de Instituciones Penitenciarias.
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ResponderEliminarLos funcionarios de la prisión consultados por este periódico (integrantes de sindicatos) negaron esta afirmación y señalaron que, en los días anteriores al crimen, Bienvenido "vivía obsesionado con la idea de que intentaban envenenarle". Un miedo que el informe forense señala como percutor de su cuadro delirante. Una manía que, como recoge el informe de la inspección de guardia de la cárcel de Soto, fue el supuesto detonante del crimen. Así lo describe: "Sobre la 1.30 del 12 de enero, el funcionario con número de seguridad 896, de servicio en el módulo 2, recibe la comunicación por megafonía proveniente de la celda número 18 de la segunda planta. Ante las amenazas proferidas por el comunicante avisa a la jefatura de servicios y procede a la apertura de la celda, encontrándose al interno Jesús Cano Muñoz tendido en el suelo, y al interno Pablo Esteban Bienvenido, diciendo que, como quiera que su compañero de celda le había envenenado, él se había defendido".
Así murió Jesús Cano Muñoz, quien apenas dos meses antes (2 de noviembre) había ingresado por un delito de lesiones en la cárcel de Soto. Un hombre que no había superado la EGB, alejado de su familia y con una vida en ruinas que se deslizaba por las aceras de la capital. Un preso preventivo que, a pocos meses de recuperar la libertad, halló su tumba en la cárcel de Soto del Real.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 31 de enero de 1999
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La cárcel asignó compañero a la víctima sin avisarle de su peligrosidad
LO QUE QUIERO DECIR, ES QUE A LOS QUE NOS DIRIGEN PUEDEN HACER LO QUE QUIERAN QUE NADIE LES PIDE RESPONSABILIDADES, TODO LO CONTRARIO SE PONEN LA VENDA, Y VAN DE VICTIMAS, SIN SERLOS..., SABEN QUE LES ASCIENDEN.
LAS ADMINISTRACIONES PÚBLICAS SOMOS LOS REALMENTE ABANDONADOS DE ESTA SOCIEDAD. LOS POLÍTICOS ESTÁN MÁXIMO 8 AÑOS EN EL PODER, PERO ESTOS DIRIGENTES DE LAS ADMINISTRACIONES PUBLICAS, ESTÁN DE POR VIDA, Y ES UNA TELA DE ARAÑA, DONDE TODOS LOS DE ARRIBA SE APOYAN Y SI TIENEN QUE TAPAR LA VERDAD LA TAPAN. Y SI ALGUIEN LO DESTAPA CON TODO DERECHO, SE CONVIERTE EN VICTIMA PUES PASA A SER COMO SU ENEMIGO, CUANDO ES AL REVES.