
Fuente
: eleconomista
Los
servicios de paquetería y mensajería, en los que Correos es un
actor fundamental, gozan de buena salud. En 2015 -último año para
el que hay datos-, los envíos crecieron un 20,9%, hasta alcanzar los
336 millones. El sector generó unos ingresos de 2.616 millones de
euros, lo que supone un avance del 8,7%. Según la Comisión Nacional
de los Mercados y la Competencia (CNMC), que recoge estas cifras, el
auge del comercio electrónico explica buena parte de esta expansión.
Uno
de los ejes principales de la política de sostenibilidad del grupo
es la disminución de su huella de carbono. La compañía aporta así
su contribución para transitar hacia una economía baja en carbono.
Para ello, uno de sus principales impactos está en el reparto de
última milla, donde 28.000 carteros utilizan 13.000 vehículos para
recorrer 60 millones de kilómetros al año. Para minimizar los
efectos ambientales de esta operativa, las líneas de actuación que
maneja Correos son dos: reducir los kilómetros realizados y hacer
que éstos sean más verdes.
Para
el primer objetivo la empresa se apoya en sistemas de optimización
de rutas y en el desarrollo de nuevas modalidades de entrega, como el
servicio de CityPaq. Esta iniciativa, que comenzó en 2014, consiste
en la instalación de máquinas de entrega automática en lugares
públicos y urbanizaciones privadas. Con ello, los usuarios tienen
más opciones para recoger sus compras y hacer devoluciones en sitios
estratégicos como estaciones de ferrocarril, estaciones de servicio
Cepsa y Repsol, parkings o supermercados.
A
fin de lograr el segundo objetivo, desde 2008 Correos está
incorporando vehículos menos contaminantes en entornos urbanos y
cascos históricos protegidos. El último paso en esta estrategia ha
sido la incorporación de más de 500 vehículos eléctricos, lo que
la ha convertido en una de las mayores flotas eléctricas de España.
Además, garantiza que la energía utilizada en las unidades de
reparto donde están adscritos estos vehículos es 100 por cien
renovable, asegurando que sus zonas de reparto son neutras en
carbono.
Correos
tiene previsto analizar el comportamiento de estos vehículos para
conocer el alcance al que podrá llegar en la electrificación de la
flota, de manera que se siga trabajando en el desarrollo de zonas de
reparto con cero emisiones, mejorando la calidad del aire y
disminuyendo la contaminación acústica en nuestras ciudades.
Adicionalmente
a los vehículos eléctricos, Correos está probando otras
tecnologías que pueden ayudar a reducir el impacto de la flota. Así,
la compañía explora el uso de gas natural comprimido (GNC) y de gas
licuado del petróleo (GLP o autogás), tanto para la flota de largo
recorrido como para la de última milla. En esta línea, lidera el
proyecto europeo POSTLowCIT, del que son partícipes el centro de
movilidad Evarm y Universidad de Deusto, cofinanciado éste por la
Unión Europea. Esta iniciativa busca reducir el impacto de la
distribución que realiza Correos a través del testeo de diferentes
tecnologías de transporte. A los vehículos eléctricos hay que
sumar dos furgonetas impulsadas por GNC y cuatro camiones de autogás.
Para la última milla se están probando además diferentes
vehículos, entre los que encuentran también triciclos de pedal
asistido. El objetivo final es definir el mix más eficiente para
cada escenario logístico según la propia experiencia.
Reducciones
de energía y agua
Correos
también dedica esfuerzos a aminorar el uso de recursos hídricos y
el consumo de energía. Su Plan general de sostenibilidad 2014-2020
define un conjunto de medidas, indicadores, mecanismos de gestión y
objetivos para cada una de sus tres líneas prioritarias de
actuación: eficiencia energética, reducción de emisiones y gestión
de residuos.
Destaca
la iniciativa "Desafío ECO", para incentivar la conducción
ecológica. Correos ha desarrollado su propio rali, en el que los
conductores más eficientes de cada zona territorial compiten por una
plaza en el IPC Drivers Challenge, una prueba internacional en la que
los principales operadores postales se disputan el título de
"conductor más eficiente del mundo".
Por
lo demás, la compañía ya ha alcanzado algunos de sus objetivos
fijados. La implantación de su proyecto de eficiencia energética en
el puesto de trabajo generó un ahorro del 43% en el consumo
eléctrico de los equipos informáticos. La proporción de energía
eléctrica consumida que proviene de fuentes renovables alcanza hoy
el 76%.
Asimismo,
se han reducido un 10% las emisiones de CO2 por envío y se ha
completado la adquisición de 125 vehículos nuevos 100 por cien
eléctricos. Al proyecto POSTLowCIT se suma la centralización de la
gestión de residuos del papel y la retirada y correcta gestión de
3,7 toneladas de residuos de los principales almacenes de la
compañía. Además, ha suscrito acuerdos con ayuntamientos para
lograr un reparto postal sostenible en entornos urbanos.
Correos
ha revalidado el nivel plata del programa EMMS (Environmental
Measurement and Monitoring System) de la Organización Internacional
del Correo (IPC, por sus siglas en inglés), este nivel corresponde a
un nivel de gestión de emisiones superior al 75%.
Cultura
de la sostenibilidad
Correos
no sólo pretende reducir su propia huella medioambiental, sino que
contribuye a que sus clientes lo hagan también, ofreciéndoles
productos sostenibles con valor añadido. Desde 2014 dispone de la
calculadora de huella de carbono, una herramienta capaz de
identificar las rutas de mayor impacto, evaluar cómo afecta la
adopción de determinadas medidas en las emisiones de toda la red y
hacer cálculos personalizados para los clientes interesados en medir
los impactos ambientales de sus campañas de paquetería y marketing
directo.
A
través del programa "Línea verde", la compañía
comercializa sobres, cajas y embalajes, realizados en papel y cartón
100 por cien reciclado y sin tintas contaminantes, de cuyo importe se
destina una parte a financiar proyectos de reforestación en toda
España. Hasta el momento se han plantado 20 bosques en los 17 años
del programa.
En
2016, como parte del programa de restauración de paisajes forestales
de WWF España, se recuperaron zonas dañadas por el incendio
forestal de 2012 en Andilla (Castellón), con la plantación de 4.800
plantones en una superficie de cerca de ocho hectáreas.
En
el marco de este programa, voluntarios de Correos participaron, junto
a técnicos de WWF, en una jornada de plantación de árboles en el
Parque Regional del Sureste, en Madrid, y pronto se llevará a cabo
otra actuación cerca del Parque Nacional de Doñana (Huelva),
recientemente devastado por los incendios.
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