
Fuente : elpais
El Ejecutivo comunitario aprovecha el Brexit
para lanzar una directiva de conciliación y pretende establecer un mínimo común
de baja por paternidad
Un tercio
de las mujeres trabaja a tiempo parcial en Europa, por solo un 8% de los
hombres; las mujeres ganan un 16% menos y su pensión es, de media, un 40% más
baja. Bruselas propondrá hoy una nueva directiva de conciliación de la vida
laboral y familiar para tratar de suavizar esas sangrantes diferencias, según
los documentos a los que ha tenido acceso EL PAÍS. Habrá un permiso para cada
progenitor de al menos cuatro meses que podrán coger desde que el niño nace y
hasta que cumpla 12 años; también 10 días de permiso de paternidad como mínimo
y cinco días anuales para cuidar a los hijos enfermos.
Bruselas
desentierra las iniciativas sociales, que han dormido el sueño de los justos
durante toda la Gran Recesión; incluso desde antes. La Comisión desvelará hoy
los planes de su nueva agenda social, tras años de críticas por parte de los
sindicatos, la izquierda y algunos Estados miembros, que achacan a la UE un
perfil muy liberal, poco combativo con la desigualdad, la pobreza y los asuntos
sociales. A pesar de las fricciones entre los socios, que han impedido activar
esa agenda durante años (con Reino Unido, ahora de salida, siempre listo para
vetar), las nuevas propuestas incluyen reforzar el denominado “pilar social”
para aumentar la convergencia en la UE, clarificar la normativa del tiempo de
trabajo y poner en marcha una directiva de conciliación de la vida laboral y
familiar. El Brexit, según las fuentes consultadas, facilitará la nueva
aproximación de Bruselas, que persigue dar una pátina social a la incipiente
recuperación tras casi una década de vacas flacas.
Bruselas
ya intentó potenciar la conciliación hace unos años, con una ambiciosa
propuesta para ampliar a 20 semanas de permiso de maternidad —proyecto que
después redujo a 18— que nunca consiguió ver la luz. La comisaria Marianne
Thyssen vuelve ahora a la carga con un paquete que incluye cuatro meses de
permiso retribuido —como si se estuviese de baja por enfermedad, es decir, una
excedencia pero retribuida— para cada progenitor y no transferible que se podrá
coger hasta los 12 años del niño. Además, fija un mínimo de 10 días de permiso
de paternidad (en el caso de España ya es de un mes, pero hay países donde no
está garantizado), y cinco días para cuidar a los hijos en caso de enfermedad.
Sobre todo las madres
Si el plan
de la Comisión sale adelante, supondrá un gran salto para aquellos países que
no dan ninguna prestación económica al progenitor que haya tomado uno de esos
permisos parentales —en España suelen ser excedencia por cuidado de hijo—. Es
el caso de España, Chipre, Grecia, Irlanda, Holanda o Malta. Otros, como
Austria o Luxemburgo ofrecen una cantidad fija que varía entre los 139 de
Polonia y los 1.778 de Luxemburgo. Permisos paternales que, no obstante, se toman
mayoritariamente las mujeres, que suelen sumarlos a los permisos de maternidad.
Algo que, según las expertos que reclaman permisos de maternidad y paternidad
iguales e intransferibles, no contribuye a reducir la brecha de género y la
desigualdad. De hecho, sólo un 10%, de media, de los permisos parentales los
disfrutan los padres, según datos del Parlamento Europeo de 2015.
Bruselas
espera que los costes de estas medidas para las empresas sean “limitados”, y
puedan ser compensados por los Estados. “Las brechas de género” en el mercado
laboral europeo “son más acusadas en los casos de padres con responsabilidades
familiares”, asegura el texto; las mujeres suelen acceder a trabajos a tiempo
parcial para cuidar niños y mayores y eso redunda en tasas de empleo inferiores
y en sueldos y pensiones mucho más bajos que los de los hombres. Para reducir
distancias, Bruselas propone normas más flexibles y fijar en toda Europa
permisos de paternidad, que ni siquiera existen en algunos Estados miembros. Es
el caso de Chipre o Eslovaquia, cuyas legislaciones no obligan a los
empleadores a dar un permiso de paternidad. También cambiará las cosas en
Italia, donde ese permiso es apenas de un día. Irlanda lo introdujo en 2016.
España, amplió ese permiso para el segundo progenitor a cuatro semanas en
enero.
Más allá
de la directiva de conciliación, muchas de las medidas que se anuncian hoy —las
relativas a la dimensión social de la libre circulación de personas, por
ejemplo— podrían tener impacto en la negociación sobre el Brexit: Bruselas ha
subrayado que Reino Unido deberá cumplir con toda la legislación social si
quiere un acuerdo comercial después del divorcio. “Algunos países argumentan
que la legislación europea en asuntos sociales lastra el crecimiento, que los
costes de la burocracia son elevados, en articular para las pymes, y que los
estándares sociales europeos, desde la protección al consumidor hasta las
normas medioambientales, provocan que las empresas europeas estén en
desventaja”, asegura el documento sobre el pilar social que desarrolla el Libro
Blanco presentado hace unas semanas. Ese documento vuelve a presentar cinco
escenarios: seguir igual, dejar la UE en el mercado único, permitir las
múltiples velocidades, hacer menos pero mejor, y finalmente dar un salto
federal. Si los 27 eligen las diversas velocidades, los derechos de los
ciudadanos “variarán dependiendo de si un país elige hacer más o no”.
A CSIF TARRAGONA, LA MILLOR INFORMACIÓ
No hay comentarios:
Publicar un comentario