CSI-F reclama a los partidos medidas
concretas para mejorar la calidad de los servicios públicos y reparar las
condiciones laborales
La Central Sindical Independiente
y de Funcionarios (CSI-F) reclamó hoy a las diferentes formaciones
políticas que incluyan medidas concretas para reparar la calidad de los
servicios que reciben nuestros ciudadanos y las condiciones laborales de los
empleados públicos, en el marco de la campaña para las Elecciones Europeas.
CSI-F, sindicato más representativo en las administraciones públicas, advierte de que las formaciones políticas no se pueden permitir el lujo de dar la espalda a las aspiraciones y reivindicaciones de 2,6 millones de trabajadores/as de las administraciones y a sus familias, maltratados injustamente desde el comienzo de la crisis económica.
CSI-F, sindicato más representativo en las administraciones públicas, advierte de que las formaciones políticas no se pueden permitir el lujo de dar la espalda a las aspiraciones y reivindicaciones de 2,6 millones de trabajadores/as de las administraciones y a sus familias, maltratados injustamente desde el comienzo de la crisis económica.
Su principal error ha sido dar la
espalda a los profesionales de nuestras administraciones públicas con políticas
impuestas desde fuera de nuestras fronteras, sin tener en cuenta las
necesidades, las aspiraciones y la voluntad del conjunto de los empleados
públicos para mantener las señas de identidad de nuestro estado del bienestar
que además, desde sus comienzos, han formado parte del ADN de la construcción
europea.
Los partidos, especialmente aquellos que tienen responsabilidad de Gobierno, deben ser conscientes de que el voto de los empleados públicos puede decantar la balanza electoral en un sentido u en otro, porque ya ha sucedido en el pasado. En este sentido, desde la independencia que siempre ha sido seña de identidad de este sindicato, CSI-F actúa como correa de transmisión de sus bases para trasladar el malestar que existe en la actualidad con las siguientes propuestas:
- Defender de manera nítida en las instituciones europeas la necesidad de pasar página a las políticas de recortes hacia las administraciones y servicios públicos impulsadas desde Bruselas. Los servicios públicos no han sido el origen de esta situación y por tanto no deben cargar con las consecuencias de los ajustes.
- Definir la estructura básica de las administraciones, con un plan de recursos humanos que detecte las necesidades en las plantillas y ofrecer garantías de estabilidad en el empleo.
- Establecer un catálogo de servicios públicos que única y exclusivamente deben ser prestados por empleados públicos.
- Blindar la profesionalidad de los empleados públicos, evaluar el desempeño y promover la carrera profesional.
- Establecer una hoja de ruta para compensar a los empleados públicos por los sacrificios impuestos (bajadas de sueldos, modificación unilateral de jornadas, despidos, descuentos por baja médica…) de manera paulatina a la recuperación económica que ya empieza a vislumbrar el Gobierno.
En definitiva, queremos una apuesta real y políticas concretas para convertir a las administraciones en uno de los motores de crecimiento de nuestra economía y creación de empleo de calidad. Los empleados públicos reclaman su cuota en la recuperación del país, porque fueron los primeros en sufrir las consecuencias de la crisis y ahora no pueden ser los últimos en iniciar la recuperación.
Las elecciones europeas son una oportunidad inmejorable para reconciliarse con el colectivo de empleados públicos de este país (sanitarias, maestros, carteras, funcionarios, policías, jueces…) que con una enorme responsabilidad, han dado lo mejor de sí mismos, en estos momentos de dificultad para todos los españoles.
Los partidos, especialmente aquellos que tienen responsabilidad de Gobierno, deben ser conscientes de que el voto de los empleados públicos puede decantar la balanza electoral en un sentido u en otro, porque ya ha sucedido en el pasado. En este sentido, desde la independencia que siempre ha sido seña de identidad de este sindicato, CSI-F actúa como correa de transmisión de sus bases para trasladar el malestar que existe en la actualidad con las siguientes propuestas:
- Defender de manera nítida en las instituciones europeas la necesidad de pasar página a las políticas de recortes hacia las administraciones y servicios públicos impulsadas desde Bruselas. Los servicios públicos no han sido el origen de esta situación y por tanto no deben cargar con las consecuencias de los ajustes.
- Definir la estructura básica de las administraciones, con un plan de recursos humanos que detecte las necesidades en las plantillas y ofrecer garantías de estabilidad en el empleo.
- Establecer un catálogo de servicios públicos que única y exclusivamente deben ser prestados por empleados públicos.
- Blindar la profesionalidad de los empleados públicos, evaluar el desempeño y promover la carrera profesional.
- Establecer una hoja de ruta para compensar a los empleados públicos por los sacrificios impuestos (bajadas de sueldos, modificación unilateral de jornadas, despidos, descuentos por baja médica…) de manera paulatina a la recuperación económica que ya empieza a vislumbrar el Gobierno.
En definitiva, queremos una apuesta real y políticas concretas para convertir a las administraciones en uno de los motores de crecimiento de nuestra economía y creación de empleo de calidad. Los empleados públicos reclaman su cuota en la recuperación del país, porque fueron los primeros en sufrir las consecuencias de la crisis y ahora no pueden ser los últimos en iniciar la recuperación.
Las elecciones europeas son una oportunidad inmejorable para reconciliarse con el colectivo de empleados públicos de este país (sanitarias, maestros, carteras, funcionarios, policías, jueces…) que con una enorme responsabilidad, han dado lo mejor de sí mismos, en estos momentos de dificultad para todos los españoles.
CSIF, TRABAJANDO POR NUESTRO FUTURO
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