Luis Panduro, responsable provincial de CSIF Correos en Badajoz, explica lo que ha significado la supresión de los sábados en oficinas.
Nuestra misión es la de ir a los centros, porque ahí es donde están los problemas que hay que solucionar. Allí te das cuenta de que cada día se repite la misma historia sea con los compañeros de oficina, sea reparto o sea de clasificación. El trabajo es abundante y la falta de personal a menudo es clamorosa. Pero esta vez quería detenerme en oficinas para explicar el poder de la motivación a través de esa pregunta que cualquier oficina llevaba escrita en la frente:
-Compañero, ¿qué pasa con la supresión de los sábados?
Una pregunta que, desde que se suprimieron el pasado 14 de marzo, ha desaparecido. Y no vean lo que ha cambiado todo. El trabajo puede llegar hasta el techo, pero desde que las oficinas tienen una jornada de lunes a viernes el ambiente es otro. Te lo dicen los mismos mismos y hasta los directores te recuerdan que esto es otra cosa.
Entonces uno se da cuenta de lo que la empresa puede hacer por los trabajadores. Es la principal lección de estos meses. La lección que no puede olvidar nadie de los que toman las decisiones en Correos. La lección que en ningún caso justifica el monumental ahorro en contratación que está haciendo Correos, pero que nos invita a recordar a esos compañeros de urgencia y clasificación con los que la empresa tiene una deuda pendiente: instaurar, de una vez, los sábados voluntarios. Cumplir lo que se promete es invertir en motivación. Sin duda, el gran fichaje que se ha hecho en las oficinas en estos meses. Y no se han perdido ingresos. Sólo se ha ganado motivación.
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