Septiembre
es el mes por excelencia del final de las vacaciones y de la vuelta al trabajo
para miles de personas. El retorno a la rutina laboral viene acompañado, en
ocasiones, por un exceso de tristeza e irritabilidad.
Los
psicólogos lo denominan Síndrome Postvacacional y dicen que afecta a uno de
cada tres trabajadores. Los psiquiatras, por el contrario, niegan su existencia
y lo reducen a un mero desajuste temporal de los hábitos.
Pero,
¿sabemos que es el Síndrome Postvacacional? ¿Quiénes lo padecen?
Casi el 15%
de los adultos y 1 de cada 10 niños, según datos publicados, hace algún tiempo,
por la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria, padece, de
alguna manera, Síndrome Posvacacional.
El Síndrome
Postvacacional se manifiesta en una sensación de malestar causada por la
necesidad de adaptarse de nuevo a una rutina más exigente y no siempre
satisfactoria y con horarios mucho más rígidos. Es, por tanto, un proceso de
adaptación necesario cuando se entra de nuevo en contacto con la vida activa.
Cuando ese proceso de adaptación fracasa, entonces se generan una serie de
molestias pero que no pueden catalogarse como enfermedad.
Los más
proclives a sentir estas molestias son quienes se incorporan a su trabajo sin
transición, quienes idealizan el periodo de vacaciones, o los que no están a
gusto con su trabajo habitual.
El síndrome
postvacacional es un conjunto de síntomas provocados por la pérdida del
bienestar que sentimos durante el periodo vacacional. Quien lo padece tiene
distintas molestias que pueden ser físicas (fatiga, falta de apetito,
somnolencia, dolores musculares…), y también psíquicas (desánimo,
irritabilidad).
Consejos
para que la vuelta al trabajo no te pase factura:
- Contar con un tiempo de adaptación ayuda a
evitar estas molestias. Conviene ir regulando los horarios (acostarse a la
hora habitual, moderar la siesta) los días previos a iniciar el trabajo,
para ir ajustando el reloj biológico.
- Planifica y organiza tu trabajo desde el primer
momento. Y si puedes, regula progresivamente la intensidad de tus tareas:
en otras palabras, evita la tentación de recuperar en pocos días lo que no
has hecho durante semanas.
- Adoptar una actitud positiva siempre nos
ayudará a adaptarnos mejor y más rápidamente a la rutina, planteando
objetivos y metas alcanzables que nos hagan sentir realizados a corto y
medio plazo.
- Realiza algún tipo de actividad física
gratificante, de ocio: una buena idea es incorporar como nuevos hábitos
algunas de las actividades realizadas durante las vacaciones.
- Si la sensación de malestar o esos síntomas que
sientes se prolongan más de dos semanas, acude al médico de familia: puede
que padezcas otro tipo de problema. No dejes que te convenzan de que estás
enfermo.
CSIF CORREOS TARRAGONA, SALUD LABORAL
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