Puestos a escribir sobre estos temas, la verdad es que es mejor no mirar los periódicos, ni ver la televisión, ya que al final uno queda tan estupefacto y tan impresionado, que pareciera que vivimos en una país de golfos, ladrones y truhanes. ¡Y esta no es la realidad!
Que existen
golfos, SI. Que existen ladrones, SI. Que existen truhanes y tahúres, SI. Que
los hay en los partidos políticos, SI. Que existen en los sindicatos, SI. Que
hay empresarios que también lo son, SI. Que son la mayoría en esos ámbitos,
NO.
Quizás digo
esto, porque todavía creo en la democracia, y que esta, además, se
sustenta en valores que se deben defender y honrar. Y entendiendo que la
máxima expresión de una democracia, son algunas instituciones y normas, que se
regulan mediante leyes aprobadas en Parlamentos.
En
democracia, no olvidemos, los representantes en el Parlamento, son elegidos por
los ciudadanos, y sus decisiones, afectan a ciudadanos, administraciones
públicas, partidos, sindicatos, etc.
Normalmente
en las democracias, se legisla en beneficio de los ciudadanos, gusten o no
gusten las decisiones que se toman, y si son contrarias a los intereses de
estos, tenemos un arma eficaz de modificar esto: las elecciones.
Si
analizamos los casos que se encuentran en Tribunales ahora, antes y mucho me
temo que en el futuro, casi todos tiene que ver con el enriquecimiento de
personas, o bien directamente en primera instancia o indirectamente a través de
sus organizaciones. También hay casos denunciados ante los Juzgados, en los que
el objetivo final es la “subvención” no legal a diferentes organizaciones
políticas, empresariales o sindicales.
Dicho esto,
debemos partir de un principio claro en
democracia, o por lo menos así debería ser: “quien la hace, la paga, sea
quien sea”, en un sentido estrictamente jurídico, no nos confundamos. ¡Esto
es lo que debemos exigir ya a los políticos, para incluirlo en todas y cada una
de las decisiones y normas en vigor y en todas aquellas que se puedan aprobar
en un futuro!
Debido a la
profusa información sobre corrupción, existente en España (radios,
televisiones, prensa escrita o digital, blog, etc.), da la impresión que no
queda ningún ámbito institucional o público que no sea corrupto, y que todas
las personas que pertenecen a dichos ámbitos, son corruptos, y yo no creo que
sea así.
Poner en sospecha a miles de
políticos, sindicalistas y empresarios, NO es justo.
En España,
todavía hay políticos responsables, coherentes y con palabra. Hay sindicalistas
honrados, con creencias solidas, con dedicación al servicio de los
trabajadores, con una dedicación casi de 24 horas al día y que no se lucran de
nada. También hay empresarios honestos, que trabajan duramente y que son
capaces de generar empleo honesto y que pagan salarios decentes. Por lo que no
podemos generalizar, en la generalización está la injusticia.
Que las
cosas tienen que cambiar para que la corrupción sea una rareza en las noticias,
en eso estamos de acuerdo TODOS. Empezando por los sindicatos, que es la que me
toca mas cerca.
Hay que empezar a dar ejemplo, en
sitios concretos. La comisiones deben desaparecer de la vida
institucional, ni unos, los políticos pueden aceptarlas, ni los empresarios
darlas. Para eso existen los concursos, que se regulan de forma legal, y si
hace falta, se modifican las bases para que todavía sean mucho más claras y
transparentes.
La
formación tiene que tener un mayor control y ser sometida a mayores revisiones,
incluyendo al Tribunal de Cuentas. El dinero de la formación está TODO
para la formación, no para subvencionar, ni pagar favores a sindicatos y
empresarios. Unos tienen que vivir de sus afiliados y otros de sus negocios, NO
del dinero público destinado a formar a los trabajadores.
Las penas
por malversación de dinero público, a parte de las sanciones penales, debe
llevar la devolución integra del dinero sustraído. El cumplimiento de condenas
no es suficiente. Parece que a los implicados en diversas tramas, les compensa
estar 4 o 6 años en la cárcel y salir con 400 millones de euros, por poner un
ejemplo.
Las
elecciones son un buen momento para poner todo en claro y a cada uno en su
sitio, ya sean políticas o sindicales. Pero también es el momento de
reflexionar, y ver cuales son las posibilidades reales de las propuestas
electorales……no todo vale!
En el plano
estrictamente sindical hay mucho que cambiar. Dando más peso a las necesidades
de los afiliados-trabajadores, que buscan en el sindicalismo apoyo y respuesta
a sus necesidades laborales. Olvidando llamamientos a movilizaciones más
politizadas que interesan poco o nada al conjunto de sus afiliados y de los
trabajadores.
Creemos que
es posible, como siempre hemos creído, y por eso hemos y seguimos luchando, que
en España es posible un sindicalismo totalmente independiente de gobiernos,
partidos y empresas.
Creemos en
modelos sindicales europeos con fuertes raíces en la sociedad democrática,
donde los propios ciudadanos defienden su presencia e incentivan su afiliación.
Este es nuestro modelo, este es nuestro espejo sindical.
En el
sindicalismo, también hay ovejas negras, pero estamos empeñados en desterrarlas
de nuestro lado. Igual que creemos que los partidos en cuyo seno hay gente
honesta, también están empeñados en limpiar y sanear sus organizaciones.
Gracias a
que nuestra democracia funciona y al final, “quien la hace la paga”, nos
enteramos de todo esto y por eso pedimos mayor implicación a la justicia para
acabar con estas prácticas.
Y por todo
esto, debemos afirmar que no se puede acusar a una mayoría honesta que
trabaja en estos ámbitos, generalizando lo malo; en comparación con una
minoría corrupta, que debe ser castigada y expulsada de nuestras vidas. ¡No
es justo!
CSIF, DEFENDIENDO LOS DERECHOS DE LOS TRABAJADORES
No hay comentarios:
Publicar un comentario