Las ONG feministas, de derechos humanos y de desarrollo españolas presentes en la 59 CSW de Naciones Unidas, hacen llegar sus demandas al Gobierno de España en Nueva York, ante su desacuerdo por la ausencia de participación de la sociedad civil en los procesos de Beijing+20 y la agenda post-2015, decisivos para el futuro de los derechos humanos de las mujeres en España, en Europa y en el mundo.
La Plataforma Beijing+20
Sociedad Civil, formada por más de 100 ONG feministas, de derechos humanos y de
desarrollo españolas, planteó a la Secretaria de Estado de Servicios Sociales e
Igualdad, Susana Camarero, sus preocupaciones
sobre los retrocesos en los derechos de las mujeres, durante un encuentro
mantenido en la sede de la Misión Diplomática de España ante Naciones Unidas,
en el marco de la celebración de la 59 sesión plenaria de la Comisión sobre la
Condición Jurídica y Social de la Mujer (59 CSW).
Durante el encuentro, diferentes miembros de la Plataforma
mostraron su preocupación por temas tales como el incumplimiento de la garantía
de participación de las organizaciones en los debates de Beijing+20; la
ausencia de implementación del histórico Dictamen del Comité CEDAW, condenando
al Estado español por el caso de Ángela Carreño; la falta de transparencia en
torno a Beijing+20 y la agenda post-2015; o el opaco proceso de candidaturas y
selección de expertas/os en lucha contra la violencia de género españolas/es
independientes para formar parte del GREVIO, futuro comité del Consejo de
Europa encargado del seguimiento de la Convención de Estambul.
Además, la “Plataforma Beijing+20 Sociedad Civil Española”
quiere denunciar, junto al movimiento feminista internacional, presente estos
días en Nueva York, que los gobiernos del mundo han silenciado la voz de las
mujeres y han marginalizado al movimiento feminista en la elaboración de la
Declaración Política de esta conferencia.
Por un lado, las negociaciones del documento tuvieron lugar previo
al inicio de la Conferencia, imposibilitando a la sociedad civil ejercer labor
de incidencia in situ.
Por otro, las recomendaciones del foro de organizaciones feministas
fueron descartadas en su práctica totalidad, lo que fue denunciado a través de
una acción simbólica durante el 9 de marzo.
El reto consiste ahora en garantizar que la nueva agenda post-2015,
que será adoptada en septiembre de este año, incluya las demandas de las organizaciones
feministas, reconozca expresamente los derechos humanos de las mujeres, y que
la Comisión sobre la Condición Jurídica y Social de la Mujer, incluya en su
mandato garantizar que el objetivo 5 de los ODS tenga toda la relevancia que
merece.
CSIF, POR
LA IGUALDAD DE LOS TRABAJADORES
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